lunes, 2 de diciembre de 2019

Noche de Estrellas/ Laguna de Chapulco/ La noche Cósmica HH

Gracias a todas las familias por convocarse a los poemas y a la noche. 


Como cada año, Tegus asistió a la noche de estrellas, esta vez sin más carpa que la misma bóveda celeste que cubriera nuestro taller y nuestros libros de la misma noche. Estábamos envueltos, y rodeados de un espejo natural que reflejaba al cosmos: La laguna de Chapulco.

Este año Aby y yo estuvimos acompañados de Lalo, Pamela y Karen, juntos leímos cincuenta veces un fragmento de  la noche cósmica de Héctor Hernández Montecinos. Hablamos de Chile, su ubicación en el mapa, la bandera y sumergidos ya en el poema, imaginamos, también junto a un lago, las posibilidades de reflejar la noche desde espejos naturales. La luna estaba menguante, como una lágrima brillante en la obscuridad. Caía la noche y el volcán Popocatépetl comenzaba a desaparecer entre las nubes y la calidez roja de esa tarde, todo comenzaba a obscurecerse y los niños, las mamás, papás y abuelas, comenzaban a acercarse a leer. Imaginamos y dibujamos niños que son constelaciones, niños celestes que juegan en el universo y al girar, se proyectan como eclipses. 

Héctor dice que un cometa es un niño que juega en el patio de su casa. Los patitos del lago nadaban y los telescopios ya estaban ansiosos por mirar las estrellas. Habiendo obscurecido, seguían llegando niños y familias dispuestos a leer y a ilustrar un verso, luego todo un poema. Algunos nos decían, que nunca habían pensado que los niños marcianos pensaran en los niños de la tierra. Algunos dibujaron sus ojos brillantes como estrellas, sostenidos por el planeta rojo y otros, dibujaron ojos, tentáculos, pero siempre, sonrisas. ¿Cómo será la niñez en Marte? Otros, resultaron muy impresionados con la imagen declarada: cuando un niño mira una estrella, nace un planeta. En las ilustraciones se desplegaron lenguajes que se hablaban con los ojos. La noche se abría y se cerraba como el universo y como nuestros libros. Y nosotros éramos juntos, la respuesta a la pregunta del poema:

 ¿Qué son las constelaciones? 
La constelación, fuimos todos los niños tomados de la mano

leer poesía es jugar, y uno tiene pocas oportunidades de tener una fiesta en la noche, junto a un lago, espejo del cosmos, en cielo rojo y la luna menguante rodeada de estrellas y planetas visibles. Gracias a los cincuenta asistentes al taller, a los niños que brillan, que no dejan de imaginar, jugar y compartir y por hacer cincuenta lecturas distintas de un solo poema. Gracias al IMACP y a la noche de estrellas, por expandirse siempre a muchos y cada vez más sitios, así como el universo y la poesía. 


ATTE 
Tegus, el toro poético imaginario 





































































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