lunes, 9 de septiembre de 2019

FENALI/ Feria Nacional del Libro BUAP


Amigos, durante dos fines de semana, compartimos los poemas de Ruy Belo, "Oh las casas las casas las casas" y "Pájaros y Árboles" con 40 asistentes a nuestros talleres, impartidos dentro de la Feria Nacional del Libro de la BUAP, los días domingos 1º y 8 de septiembre, junto con Lalo, Camilo y Aby, que mediaron con susurros, lectura en voz alta y también, dibujos, ilustraciones, geografía, recuerdos, sueños y abrazos entre los lectores, que fueron desde niños de 3 años hasta algunos abuelitos. Esta lectura compartida entre amigos, primos, hermanos, papás, esposos, suegras y amigos, revitalizaron la fuerza de ambos poemas, que en algunas ocasiones, leímos conjuntamente.  

 Pamela y Karen, el primer día de actividades, se sorprendieron de lo mucho que aún pueden dibujar, después de no tomar las crayolas por muchos años... Lo mismo pasó con Rosa, lectora que nos visitó desde Tlaxcala, y que nos contó una breve historia de cómo nació en casa y que la casa donde nació y vivió su niñez, olía a barro. Oh las casas las casas las casas, nos llevó al nacimiento de nuestros hogares, de nuestras habitaciones, de los rincones y los olores que guardan y resguardan, unas huelen a libros, otras a pino, a flores, a limpio, otras a polvo, unas guardan en los rincones flores, mecedoras, cuadros, otras, como la de la abuela de Zuriel, huelen a chocolate. 

Varias familias, se acercaron a compartirnos, de hecho,  Ruy Belo dice que sólo las casas, nos permiten conocer el verdadero significado de intimidad, y en Tegus estamos muy agradecidos de todo lo que nos mostraron durante las casi dos horas de trabajo en ambos grupos. Mientras Neftali, abrazaba a su hija, Betsa, y ambos hacían  cada quien su propio libro, Eduardo leía en susurrador los poemas de Belo, Neftali, muy curioso, volvió a ser niño y quería saber lo que pasaba entre ese tubo forrado como la piel de una vaca, Eduardo comenzó a leerle y a eso se contagió Zuriel y luego Azul y luego Rebeca y Mabel, y de pronto todos comenzábamos a leer de formas diferentes los poemas. Mónica mamá e hija, así como Aitana, nos sorprendieron de lo mucho que saben de la geografía, de los mares, del mundo y de los idiomas.

Mere llegó junto con su esposo, se leyeron e hicieron un libro juntos, mientras Azul, combinaba colores tan vibrantes como su nombre en un godete, leímos ambos poemas al mismo tiempo y descubrimos la obsesión de Ruy por la habitación, de los hombres y de las aves. Tadeo, el primer día pintaba un corazón enorme y rojo en la página, que al centro tenía un árbol y un pájaro desprendiéndose de él; yo paso y se me transforma el corazón; dice Belo. Mildred, dibujó al mismo tiempo un Petirojo luminoso que nos sorprendíó a todos. Conocimos Portugal, el Mediterráneo y el Atlántico, platicamos de muchas formas de mirar el mundo, de nuestros árboles más amados y queridos, de las aves que se vuelven fruta y dejan el reino animal para pertenecer al reino vegetal. 

Después de haber sido aceptados este mismo fin de semana a un diplomado de Alas y Raíces, de hablar de adultocracia y de las formas horizontales de compartir, celebramos ambos talleres como la posibilidad de redescubrir la potencia de una lectura intergeneracional que atraviesa los poemas, las lecturas, las sensibilidades, que redescubre formas de mirar y oír el mundo, la poesía y la literatura, desde el juego y desde la palabra. 

Para terminar, agradecemos al IMACP por el espacio y por la labor conjunta en el fomento a la lectura y la poesía, especialmente a José Prado por coordinar esfuerzos.

Atte, Tegus, el toro poético imaginario
Puebla, Puebla, Septiembre 2019










































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