lunes, 10 de junio de 2019

Jornada de Lectura en torno a Alfonsina Storni

Hace unos meses, nos reunimos en el encuentro Estatal de Mediadores de Salas de Lectura en el museo de San Pedro, los tres días fueron increíbles, tuvimos nuevo acervo, comimos y reímos juntos, la mayoría de los mediadores del Estado. YuriHétorMagalyMurales, Ana, Dante y yo nos la pasamos comiendo Cheetos como siempre y hablando de mediación, pero también, me reencontré con Roberto y Argelia Corea, AliciaKarina y  Araceli. Me gusta que mis amigos sean amigos de mis amigos. En una mesa que Sofía Trejo y Darío Ordaz Organizaron, nos tocó juntos a mí y a otros amigos en la región del sur de Puebla. De ahí, con Lalo, nos llegó la idea de terminar unos muros sobre Alfonsina Storni en Balcones y yo la de hacer un libro-tegus de Alfonsina. Los Corea y Alicia se sumaron, luego Kari y luego Chuy y luego Chely y luego Lucy, Abigail y AngélicaOctavio hizo un cartel lindísimo. Después de una gestión con el comité vecinal de la Colonia, de ir y venir en varios viajes, de estar muchos días y noches juntos, Lalo y yo veíamos muy lejos el día, estábamos muy ansiosos.

    Antier, Rosario De Marías nos invitó a organizar juntos un taller que resultó un éxito, celebramos los 9 años de Comunidad comelibros Maria Esther nos dio un taller hermoso que duró 7 horas sobre la dimensión política de la mediación, más que voluntarios, somos solidarios. Fue impactante porque sólo esperabamos 10 y llegaron como 40, los del El venado y el zanate no sabían donde de sacar más sillas y Rosario, Lalo y yo nos sentamos en el suelo, donde creo que los tres somos más felices. Lalo y yo como siempre, terminamos llorando al escuchar nuestras historias entretejidas de la voz de Esther con las de Xuany y su constelación personal o las de Sofi y Freire, o las de Magaly y sus libros prohibidos, de Paco y su libro de mapas y banderas del Mundo, o de Rosario y su caja de libros, de sus diccionarios que ordenan el mundo, Ruben Zeleny y los poemas que siempre le salen del corazón, o cómo nuestras mamás nos leían a pesar de las adversidades, el dolor o los contra tiempos, siempre soportaron y cobijaron niños que tenían urgencia de leer hasta anuncios de periódico o espectaculares callejeros.


    Al otro día, después de un montón de cosas, todo se fue concretando. Hoy, después de la insolación, puedo ver en mi cámara de fotos cómo las mamás y los niños se acercaron al punto de lectura, que hospitalario y amoroso como siempre, cobijado bajo el orden y la paciencia de Judith, Lupita y Darío, abrieron muchas puertas de muchos libros para la gente. Veo a Aracely dando un taller epístolar donde mis amigos y los vecinos escribieron cartas para alguien a quien esperan, tal como Alfonsina esperó en su poema sábado. Miro a Lalo con los niños, pintando líneas en la calle de Alfonsina, en el mural de Alfonsina con Escafandra abrazada por los peces, o el mural increíble que Chucho pintó de un pez en mitad de un lote baldío. Miro a Lucy Susurrando poemas, a Karina con la potencia de su voz hablando sobre la vida de Storni desde Suiza, desde Argentina y ahora a Puebla. Me miro también, muy feliz platicando y charlando sobre poesía con mis amigos y maestros Roberto y Alicia. Miro a Tatiana y al cambalache, con muchas sonrisas y muchos libros abrazándolos. Pepe llegó en su bicicleta, y en todas las fotos sale muy contento, tan contento como Alondra, una niña de 9 años que vive en la calle de Storni, que no sabe leer pero que hizo un libro hermoso, acompañada por Aracely. Miro también las fotos y salen Abigail y Alejandro compartiendo y hablando sobre libros después de trazar una cartografía con El Barrio. También nos visitaron Daniela y Mere, parecía una fiesta patronal de Alfonsina, donde todos llegaban a saludar y a leer y a platicar sobre ella y sobre los libros. Luego, distraída y miope como soy, me di cuenta hasta después que Miguel nos tomaba fotos en el taller de tegus con una cámara cuadrada enorme. Angélica cerró cantando y bailando, Carlos se subió a improvisar con Lalo y fue increíble, al final la Familia Ruvalcaba de la paletería de Balcones nos regaló practicamente cien paletas que todos disfrutamos. Veo la foto donde Camilo le entrega su libro de Galeano edición colombiana a Lalo, y soy tan afortunada de compartir y caminar sobre una ruta que es un mapa y una cartografía de letras que nos unen, que no puedo ser más dichosa. Mi primo Noah me acompañó todo el dia, vivimos juntos hace unos años y me dijo que nunca me había oído leer poesía, que me transformo, que soy otra. Y creo que sí, que soy otra porque la poesía siempre es un espacio seguro donde puedo ser yo mismo sin miedo. Como Alfonsina en su poema que hice libro junto a Tegus, La Cartonera del Toro_ Yo en el fondo del mar. Gracias a todos, aquí unas fotos.


Aquí puedes descargar de forma gratuita el libro de Alfonsina Storni, editado para la ocasión, con el poema: "Yo en el fondo del mar": DA CLICK AQUI PARA DESCARGAR EL LIBRO



























































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