domingo, 17 de noviembre de 2019

Taller Cartonero en Casa del Libro ICSYH-BUAP







Ayer, Camilo, Aby y Tegus, llevamos nuestro taller de libro cartonero a la recién inaugurada Sala de Lectura y la Ciencia, de la Casa del Libro del ICSYH-BUAP. Ahí, nos convocamos, mediadores, amigos y familias, en torno a la lectura de Rubén Darío, la geografía del mundo y de América, particularmente Nicaragua. Gerardo ya tenía preparada la sala, con unos manteles increíbles de crayolas pintando ya, como antecediendo lo que sucedería.

Algunos chicos habían llegado y tomaban algunos libros de los tapetes y las canastas. Entonces, iniciamos colgando, entre todos, mapas, banderas y fotos, portadas de libros antiguos en él como si colgáramos la ropa al sol, esta vez para mostrarla y exhibir ante la sala, la geografía como una parte de nosotros, que podemos tender y tomar, portar y traer a la mesa como quien dobla una prenda para después vestirla. Así, los poemas se visten, se configuran a través de la esencia de los autores, de sus países caminados e imaginados. Nos presentamos, mediante nuestro nombre, nuestros colores, países y hasta sopa favorita, nos redescubrimos en otros, para muchos nuestro continente favorito era el americano y para otros más, la sopa de fideos era la más rica del mundo. Otros, teníamos por favorito el color azul; azul como Nicaragua y Azul como Darío. Así, nos permitimos conocernos un poco más. Tanto a nosotros como al país y al poeta que exploraríamos.

 Comenzamos a leer el poema y cambiamos de continente cada página, ilustrando medios de transporte de los cantores a través del tiempo: Góndolas, canoas, trenes, autos, elefantes o dromedarios y trineos , en paisajes acuáticos, desérticos o llenos de nieve. El Cantor fue por todo el mundo.  Finalmente, después de habernos conocido, entre nosotros y a Darío, decidimos inscribirnos entre nuevos paisajes y medios para llegar a ellos: nubes, rayos de luz, portales, cartas, ideas. 

A todo el taller, se fueron sumando papás, amigos, niños que orbitaban el taller, y que escuchaban los poemas, finalmente, integrándose todos. La foto de arriba, es un recuerdo y un recordatorio de esta nueva comunidad como potencia. De la posibilidad de explorar el mundo a través de un poema, de que es posible indagar el mundo y sus paisajes a través de la poesía.

Estamos de fiesta porque no hay mejor forma de celebrar la poesía que tejiendo un circulo de lectores que en voz bajita, susurrando, o leyendo fuerte o al unísono un poema que nos hace vibrar en la misma sintonía.

 Gracias, Rubén Darío.
ATTE
Tegus, el Toro Poético Imaginario.













































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